Antes de dar por terminada una instalación eléctrica interesaría comprobar que los siguientes puntos han sido correctamente realizados.
Dimensiones de cables
Adecuar las secciones de los cables a las cargas que soportan es una de las principales tareas de un buen instalador. Por paradójico que parezca suelen haber cables mal dimensionados en los cuadros, muy frecuentemente en los puentes que alimentan a los interruptores automáticos, ya que éstos alimentan simultáneamente a varios de ellos.
Existencia de luminaria de emergencia sobre el cuadro eléctrico
Es de las luces de emergencia más importantes por razones obvias. Su colocación debe permitir la óptima iluminación del cuadro con alguien delante mirando las indicaciones.
Dimensionado correcto de los diferenciales
Los interruptores diferenciales tienen una intensidad máxima. La intensidad total de los interruptores automáticos que “cuelgan” de un diferencial no debe superar dicha intensidad máxima. Por ejemplo, a un interruptor diferencial con intensidad máxima de 40A pueden conectarse cuatro interruptores automáticos de 10A, pero no cinco. Como en el caso de los puentes es bastante frecuente que las ampliaciones de los cuadros por requerimientos de última hora propicien la instalación de nuevos interruptores automáticos que no estaban contemplados en un principio. Si no se tiene en cuenta esta limitación se podría sobrecalentar el interruptor automático y llegar a quemarlo (literalmente, con su humo y todo).
Correcta rotulación de todos los circuitos
Los cuadros se suelen rotular. Pero es común que los añadidos de última hora, o las ampliaciones no sean identificadas. Desde mi punto de vista cada equipo de electricistas debería llevar consigo un dispositivo para identificar las instalaciones, al igual que llevan destornilladores todos ellos. No se debe esperar a que llegue el encargado con la máquina de rotular para realizar dicha labor.
Supongo que ya será mucho pedir que no se cometan faltas de ortografía al realizar los carteles.
Corriente sensibilidad de los interruptores diferenciales
La instalación funciona perfectamente (los primeros años) con interruptores diferenciales de 30mA, pero si es una instalación industrial con un ambiente hostil, al final habrá problemas. Los instaladores tienen presiones por acabar cuanto antes una instalación y no siempre eligen el material más adecuado, sino el que tienen más a mano. Elegir correctamente la sensibilidad de los diferenciales ahorrará muchos quebraderos de cabeza en el futuro.
Correcta elección de los interruptores automáticos
Para proteger un motor lo ideal es emplear un interruptor automático con curva D, de esta forma durante el arranque el interruptor automático no saltará por la elevada corriente de arranque. Afortunadamente este tipo de problema se localiza rápido (es decir, cuando la instalación está en garantía), y su sustitución correrá a cargo del instalador. Por parte del instalador, anticipar estos problemas le ahorrará un viaje a las instalaciones del cliente una vez terminada la faena.
Selectividad de diferenciales instalados en serie
La ley de Murphy es caprichosa pero inclemente. He comprobado en mis propias carnes cómo saltaba un diferencial importante dejando una parte sustancial de la instalación sin corriente. Se puede conseguir que salten los interruptores pequeños de final de línea instalando interruptores diferenciales selectivos aguas arriba. En muchas ocasiones tan sólo es necesario regular el disparo de la protección principal, para lo que se hace imprescindible comprobar el correcto disparo de todos los diferenciales. Se debe exigir a la OCA que supervisa la instalación que compruebe este extremo.