Calentar agua caliente es bastante caro, unos 300 euros anuales con un termo eléctrico. Puede ahorrarse unos euros con los consejos que doy a continuación, el consejo más audaz es el último, que consiste en conectar el termo con un programador horario. Con este pequeño truco se puede ahorrar hasta 36 euros anuales.
No me detendré mucho en los consejos habituales para ahorrar agua caliente:
- Ducharse en lugar de bañarse (con la vida de locos que llevamos lo de bañarse ya parece un lujo del pleistoceno, por el tiempo necesario sobre todo).
- Usar el agua imprescindible (es decir, usar el agua sólo para remojar y aclarar. Debo decir que seguir este consejo se me hace algo cuesta arriba en el crudo invierno).
- Un consejos más “raterillo” es bañarse siempre que uno pueda en casa ajena (polideportivo, piscina municipal tras realizar cualquier actividad, aunque con los recortes a veces ni ellos tienen agua caliente, como he podido comprobar en mis propias carnes).
- Ducharse con agua fría (no gasto el tiempo con esto por razones obvias).
Antes de seguir con más consejos tengo que aclarar algunos conceptos de la transmisión de calor. Afortunadamente no recuerdo las fórmulas que la rigen, que son de lo más entretenidas, así, no os aburriré con ellas, pero sí que os puedo transmitir uno de sus principios fundamentales: “La transmisión de calor entre dos cuerpos es más intensa cuanto mayor es la diferencia de temperatura entre ambos”. Esto es, un hierro calentado al rojo se enfría rapidísimamente con el aire que lo rodea, baja de 1000 ºC a pocos cientos en segundos. Sin embargo, le cuesta más tiempo pasar desde 100º hasta la temperatura ambiente.
Lo que nos lleva a una interesante reflexión: ¿Por qué para enfriar un café caliente lo mezclamos de inmediato con la leche tibia? Lo más correcto para enfriarlo rápido es dejar que se enfríe por sí solo cuando está muy caliente unos instantes, y luego añadirle la leche.
Ahora ya podemos seguir con más consejos:
Aumentar el aislamiento del termo eléctrico.Hay que ser un poco manitas y el resultado no es muy estético, pero no cuesta mucho (económicamente hablando unos 30€) mejorar el aislamiento que trae el termo de fábrica comprando un material aislante (por ejemplo lana de vidrio de 6 cm de espesor) y envolviendo al termo “como si tuviera frío”. Hay que envolver sólo los laterales y la parte superior. Según la OCU esta medida supone un ahorro de 36 euros anuales, por lo que se amortiza en poco más de un año.
Reducir la temperatura del termostato del termo de agua, con 60 ºC es suficiente. Algunos termos tienen la posibilidad de regular la temperatura del agua caliente. En algunos casos el termostato no está visible y hay que desmontar la carcasa exterior. En todo caso, al reducir la temperatura del agua se disminuyen las pérdidas de calor con el entorno y el termo consumirá menos energía. Este consejo es particularmente útil si tenemos un termo grande. Si no disponéis de un termo grande (como es mi caso, que tengo un termo liliputiense a juego con el pisito) no conviene reducir mucho la temperatura porque os podéis quedar sin agua caliente en plena ducha. Esta es otra forma de ahorrar, además es buena para la circulación…
Instalar un programador horario. Si el agua del termo está fría no puede tener pérdidas con el entorno. Con un programador horario podemos programar el termo para que caliente el agua sólo cuando vayamos a ducharnos. Así se puede programar para que haya agua caliente justo antes de levantarnos y por la tarde, cuando volvamos a casa.
Una ventaja adicional de esta medida es que ayuda a reducir el pico de consumo de una vivienda, me explico. Si tenéis problemas con la potencia contratada porque salta el interruptor general es porque conectáis muchos aparatos a la misma hora. Podéis programar el termo para que no se conecte a las horas de hacer las comidas, por ejemplo. Así os puede ayudar a que no tengáis que subir la potencia contratada, claro que no hace milagros.
En mi experiencia aconsejo utilizar programadores digitales, los mecánicos domésticos que he usado se rompen con bastante facilidad (al menos los que he probado). Además con el programador digital (y un poco de paciencia) podréis programar los días laborables y los días festivos (en los que no es tan fácil averiguar un patrón de consumo).
Por hacer algún número he calculado las pérdidas que tiene un termo al que he tenido acceso. Se trata de un termo eléctrico de 150l, que he dejado toda la noche apagado y he medido su temperatura por la noche y a la mañana siguiente después de 8 horas.
Temperatura inicio | 64ºC |
Temperatura fin | 61ºC |
Pérdidas kwh | 0.53 |
Pérdidas anuales por pérdidas en las 8 horas nocturnas | 27 € |
Si conseguimos que el termo se programe de forma que caliente el agua sólo antes de cada utilización y tras utilizar el agua el termo permanezca apagado hasta el siguiente consumo nos ahorraremos las pérdidas de calor, que pueden ser mayores a esos 27€.
De todas formas, tanta tecnología y tanta leche, y nada como lo que hacía mi abuela, que enchufa el termo sólo cuando se iba a duchar y luego lo apagaba.
Estas y otras sugerencias ayudan a reducir la factura energética, si lo que necesitas es un certificado de eficiencia energética, y vives en Orihuela o Torrevieja (en la Vega Baja, vamos) llámame (650 95 42 89) y desde 50€ se puede tramitar.